viernes, 16 de noviembre de 2012

El VPH (Virus del Papiloma Humano)


¿Qué es la infección genital por el VPH?
El virus del papiloma humano genital (VPH) es la infección de transmisión sexual (ITS) más frecuente. Existen más de 40 tipos del VPH que pueden infectar las áreas genitales de hombres y mujeres, entre las que se incluyen la piel del pene, la vulva (área fuera de la vagina) y el ano, así como los revestimientos de la vagina, el cuello uterino y el recto. Usted no puede detectar visualmente el VPH. La mayoría de las personas infectadas por el VPH no saben que están infectadas.

¿Cuáles son los síntomas y las posibles consecuencias de la infección por el VPH?
La mayoría de las personas infectadas por el VPH no presentan síntomas o problemas de salud. Pero en ocasiones, ciertos tipos del VPH pueden causar verrugas genitales en hombres y mujeres. Otros tipos del VPH pueden causar cáncer de cuello uterino y otros cánceres menos comunes como el de vulva, vagina, ano y pene. Los tipos del VPH que pueden causar verrugas genitales no son los mismos que los que pueden causar cáncer. A menudo, los tipos del VPH se clasifican como de “bajo riesgo” (causantes de verrugas) o de “alto riesgo” (causantes de cáncer), dependiendo de si implican o no un riesgo de contraer cáncer. En el 90% de los casos, el sistema inmunitario de la persona combate naturalmente la infección por el VPH en un período de dos años. Esto ocurre tanto en los tipos de alto riesgo como en los de bajo riesgo.
Las verrugas genitales por lo general aparecen en el área genital como pequeños granitos individuales o en grupos. Las verrugas pueden ser planas o elevadas, únicas o múltiples, pequeñas o grandes y, en ciertos casos, tener forma de coliflor. Pueden aparecer en la vulva, la vagina o el ano o alrededor de los mismos, en el cuello uterino y en el pene, en el escroto, en la ingle o en los muslos. Las verrugas pueden aparecer semanas o meses después del contacto sexual con una persona infectada o puede que nunca aparezcan. Si no se tratan, las verrugas genitales pueden desaparecer, quedarse igual o aumentar en tamaño y en número. No se convertirán en cáncer.
El cáncer de cuello uterino no presenta síntomas sino hasta que está en una etapa avanzada. Por esta razón es importante que las mujeres se realicen periódicamente pruebas de detección del cáncer de cuello uterino.

Otros tipos de cáncer relacionados con el VPH que son menos frecuentes, como el de vulva, vagina, ano y pene puede que tampoco presenten signos o síntomas hasta que se encuentren en etapas avanzadas.

¿Cómo se contrae el VPH genital?
El VPH genital se transmite por contacto genital, más a menudo por relaciones sexuales vaginales y anales. Es posible que el VPH permanezca en el cuerpo de una persona durante años, aun cuando hayan pasado muchos años desde que tuvo una relación sexual. La mayoría de las personas infectadas no saben que están infectadas o de que están transmitiendo el virus a su pareja sexual.
En muy pocos casos, una mujer embarazada que tiene el VPH genital puede transmitir el VPH a su bebé durante el parto vaginal. En esos casos, el bebé puede contraer verrugas en la garganta o en la laringe, una afección denominada papilomatosis respiratoria recurrente (PRR).

¿Cómo causa el VPH las verrugas genitales y el cáncer?
El VPH puede causar que las células normales en la piel o membranas mucosas infectadas se vuelvan anormales. La mayor parte del tiempo usted no puede ver o sentir estos cambios en las células. En la mayoría de los casos, el cuerpo en forma natural combate el VPH y las células infectadas vuelven a su normalidad.
  • Algunas veces, los tipos de VPH de bajo riesgo pueden causar cambios visibles que se manifiestan como verrugas genitales.
  • Si el sistema inmunitario no combate la infección por los VPH de alto riesgo, esta puede permanecer por muchos años y con el tiempo transformar las células anormales en cáncer. Cerca del 10% de las mujeres con el VPH de alto riesgo en el cuello uterino padecerán de infecciones por el VPH que las ponen en riesgo de contraer cáncer de cuello uterino. De igual manera, cuando los VPH de alto riesgo permanecen en el cuerpo e infectan las células del pene, ano, vulva o vagina pueden causar cáncer en esas áreas. Pero este tipo de cánceres son muchos menos frecuentes que el cáncer de cuello uterino.  
¿Qué tan frecuentes son las enfermedades relacionadas con el VPH?
Infección por el VPH. En la actualidad, aproximadamente 20 millones de estadounidenses se encuentran infectados por el VPH y otros 6.2 millones de personas se infectarán por primera vez anualmente. Por lo menos el 50 por ciento de las mujeres y hombres sexualmente activos contraerán la infección genital del VPH en algún momento de sus vidas.
Las verrugas genitales. En los Estados Unidos, cerca del 1% de las personas adultas sexualmente activas tienen verrugas genitales en un momento dado.
Cáncer de cuello uterino. La Sociedad Americana del Cáncer calcula que en el 2008, a 11,070 mujeres se les diagnosticará cáncer de cuello uterino.
Los otros cánceres asociados al VPH son menos frecuentes que el cáncer de cuello uterino. La Sociedad Americana del Cáncer calcula que en el 2008, se presentarán:
  • diagnósticos de cáncer vulvar en 3,460 mujeres;
  • diagnósticos de cáncer vaginal y de otros cánceres genitales en 2,210 mujeres;
  • diagnósticos de cáncer de pene y de otros cánceres genitales en 1,250 hombres;
  • diagnósticos de cáncer anal en 3,050 mujeres y 2,020 hombres.
Ciertos grupos pueden tener un riesgo mayor de padecer de cánceres relacionados con el VPH, como los hombres homosexuales y bisexuales, así como las personas con sistemas inmunitarios débiles (entre los que se incluyen personas con VIH/SIDA).
La PR es poco frecuente. Se calcula que anualmente menos de 2,000 niños contraen la PRR.

¿Cómo puede prevenirse la infección por el VPH?
En la actualidad, se encuentra disponible una vacuna para proteger a las mujeres contra cuatro tipos del VPH que causan la mayoría de los cánceres de cuello uterino y las verrugas genitales. Se recomienda administrar esta vacuna a niñas de 11 a 12 años de edad. También se aconseja para niñas y mujeres de 13 a 26 años de edad que no hayan recibido la vacuna o toda la serie de vacunas.
Para las personas que decidan mantenerse activas sexualmente, el uso de condones puede disminuir el riesgo de contraer el VPH, si se usan en forma adecuada y durante todas las relaciones sexuales. Los condones también pueden disminuir el riesgo de contraer otras enfermedades relacionadas con el VPH, como las verrugas genitales y el cáncer de cuello uterino. No obstante, el VPH puede infectar las áreas que no se cubren con condones, por lo que es posible que no proporcionen protección total contra el VPH. Por lo tanto, la forma más segura de prevenir el VPH es la abstinencia de toda actividad sexual.
Las personas también pueden reducir las probabilidades de contraer el VPH al permanecer en relaciones mutuamente monógamas con una pareja que no ha tenido o ha tenido pocas parejas sexuales. Sin embargo, aun las personas que en toda su vida han tenido una sola pareja sexual pueden contraer el VPH. Las personas que no tienen relaciones mutuamente monógamas pueden disminuir el riesgo de infectarse al limitar el número de parejas sexuales y escoger una pareja que no ha tenido o ha tenido pocas parejas sexuales. Sin embargo, es difícil determinar si una pareja que ha sido sexualmente activa en el pasado está infectada en la actualidad.

¿Cómo pueden prevenirse las enfermedades relacionadas con el VPH?
Las mujeres pueden tomar medidas importantes para prevenir el cáncer de cuello uterino. La vacuna contra el VPH puede proteger contra la mayoría de los cánceres de cuello uterino (consulte la información anterior). El cáncer de cuello uterino también se puede prevenir mediante la realización de pruebas de detección periódicas y haciendo seguimiento a los resultados anormales. La prueba de Papanicolau permite identificar cambios anormales o de tipo precanceroso en el cuello uterino de tal manera que las áreas afectadas puedan extirparse antes de que se conviertan en cáncer. La prueba del ADN del VPH, que puede detectar el VPH de alto riesgo en el cuello uterino de la mujer, en algunos casos también puede usarse en combinación con la prueba de Papanicolaou. La prueba del VPH puede ayudar a los profesionales de la salud a decidir si es necesario realizar otras pruebas o administrar otros tratamientos. Aun las mujeres que recibieron la vacuna cuando eran más jóvenes necesitarán hacerse pruebas periódicas de detección del cáncer de cuello uterino porque la vacuna no protege contra todos los tipos de este cáncer.
En la actualidad, no se dispone de una vacuna aprobada para prevenir en los hombres las enfermedades relacionadas con el VPH. Se están realizando estudios para determinar si la vacuna es segura para los hombres y si puede protegerlos contra el VPH y otras afecciones relacionadas con este virus. La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) considerará la aprobación de la vacuna para los varones, niños y adultos, si se demuestra que la vacuna es segura y eficaz para ellos. Tampoco se cuenta con pruebas de detección aprobadas para identificar las etapas iniciales de cáncer de pene o de ano. Algunos expertos recomiendan que cada año los hombres homosexuales y bisexuales así como las personas VIH positivas se hagan pruebas de Papanicolau anales, ya que el cáncer anal es más frecuente en estos grupos. Los científicos están estudiando la mejor manera de realizar pruebas de detección del cáncer anal y de pene en los hombres que tienen mayor riesgo de contraer estas enfermedades.
Por lo general, en mujeres embarazadas que tienen verrugas genitales no se recomiendan los partos por cesárea para prevenir la PRR en los bebés; esto se debe a que no se ha establecido si el parto por cesárea en realidad previene la PRR en los bebés y niños. 

¿Existe una prueba de detección del VPH?
La prueba del VPH que está disponible comercialmente se utiliza solo como parte de las pruebas de detección del cáncer de cuello uterino. No existe una prueba general para hombres y mujeres en la que se pueda determinar si tienen el VPH. El VPH por lo general desaparece solo, sin causar problemas de salud. De tal manera que si hoy se detecta una infección por el VPH, lo más probable es que dentro de uno o dos años haya desaparecido. Esta es la razón por la cual no es necesario realizarse pruebas solamente para determinar si usted tiene el VPH en la actualidad. Sin embargo, usted debe someterse a pruebas para detectar los signos de enfermedades causadas por el VPH, como el cáncer de cuello uterino.
  • Las verrugas genitales se diagnostican mediante un examen visual. Algunos proveedores de atención médica utilizan ácido acético, una solución de vinagre, para identificar las verrugas planas. Sin embargo, esta prueba no es muy sensible por lo que puede identificar equivocadamente como verruga un área de piel normal.
  • Los cambios en las células del cuello uterino se pueden identificar mediante pruebas de Papanicolaou periódicas. La prueba del VPH pueden identificar los tipos de alto riesgo presentes en el cuello uterino de la mujer que pueden causar cambios en las células del cuello uterino y cáncer.
  • De acuerdo a lo indicado anteriormente, en la actualidad no se cuenta con pruebas aprobadas para detectar en los hombres el VPH o los cánceres relacionados con este virus. No obstante, aunque en los hombres el VPH es muy común, los cánceres relacionados con este virus son muy poco frecuentes.
¿Hay un tratamiento contra el VPH o las enfermedades relacionadas con este virus?
No existe un tratamiento contra el virus mismo, sin embargo, un sistema inmunitario saludable generalmente puede combatir el VPH en forma natural. Se encuentran disponibles tratamientos contra las enfermedades causadas por el VPH:
Las verrugas genitales visibles se pueden eliminar mediante la aplicación de medicamentos por parte del paciente o con un tratamiento administrado por el proveedor de atención médica. Algunas personas deciden no hacerse el tratamiento y esperar que las verrugas desaparezcan por sí solas. Ningún tratamiento es mejor que otro.
El cáncer de cuello uterino se puede tratar más fácilmente si se diagnostica en su etapa inicial. Sin embargo, las mujeres que se someten a pruebas de Papanicolaou periódicas y hacen el seguimiento adecuado pueden identificar problemas antes de que aparezca el cáncer. La prevención es preferible al tratamiento








1 comentario:

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